Si tengo un préstamo hipotecario más caro que otros existentes en el mercado, y a pesar de ser un buen cliente y pagador, el banco no quiere mejorar mis condiciones, ¿qué puedo hacer?

Desde el año 1994 la legislación dispone de un mecanismo que permite cambiar el banco a unos costes asumibles, de manera que compensa los gastos producidos con las mejoras obtenida con la nueva hipoteca.

Lo primero que necesitamos es encontrar un banco que esté dispuesto a concederme el préstamo hipotecario por igual cantidad que la que adeudamos al banco que actualmente tiene nuestra hipoteca. Será fácil si soy un cliente pagador y solvente. En ese caso el nuevo banco confeccionará una oferta vinculante en la que figurarán todas las condiciones para el nuevo préstamo. Una vez que el banco actual conozca las condiciones ofrecidas por el nuevo banco, tendrá un plazo de tiempo (unos 15 días) para mantener el préstamo, pero igualando las condiciones de la oferta. Si no lo hace, el nuevo banco ya podrá conceder la hipoteca conforme a las condiciones de la oferta, y extinguir el préstamo antiguo mediante su pago al banco anterior. En caso que el banco se niegue a aceptar el pago, al nuevo banco le basta con depositar ante el mismo notario autorizante la cantidad debida.

La otra ventaja prevista en la Ley de 1994 es reducir mucho los costes de éste cambio de banco, ya que exime el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, y dispone una reducción drástica de las comisiones bancarias, y de los aranceles de notarios y registradores.

En la práctica la oferta vinculante es el instrumento para forzar al banco actual a mejorar las condiciones, ya que ante la posibilidad de que un buen cliente se vaya a otra entidad, prefiere reducir su margen de beneficios. (noviembre 2016)