La segunda oportunidad la puede solicitar cualquier persona física, da igual que sea empresaria, asalariada o incluso sin actividad laboral. Y lo puede solicitar independientemente de que la deuda provenga de un antiguo negocio, o por un exceso de endeudamiento doméstico. Muchas ocasiones se una deuda provocado por los créditos solicitados para cubrir los gastos familiares.

A lo largo de estos años hemos tramitado la segunda oportunidad para antiguos empresarios que habían presentado el concurso de acreedores de su empresa, pero habían quedado endeudados por los avales que en su día habían prestado a la sociedad. En otras ocasiones han sido particulares que el banco les había subastado su casa, y que le había quedado todavía una deuda pendiente con el mismo banco. En muchas ocasiones han sido familias, o personas, que no podían hacer frente a los gastos ordinarios de la casa, y que se han ido endeudando paulatinamente. Estas familias durante años, habían ido pidiendo préstamos de media o pequeña cantidad a diferentes entidades, o bien habían utilizado tarjetas de crédito, acumulando finalmente un total de más de 20, 30 operaciones con diferentes entidades (Cofidis, Cetelem, Wizink, Bandora, Credite , Carrefour, El Corte Inglés, etc.).

Por lo tanto es independiente del origen de la deuda. La única diferencia que resulta es que dependiendo de este origen la solicitud extrajudicial inicial deberá tramitar ante el notario o ante la Cámara de Comercio (o Registro Mercantil). También varía el tipo de juzgado. En función del origen se hará en un juzgado de primera instancia o un juzgado mercantil.

También es indiferente si en la actualidad la persona es asalariada, tiene una empresa, es funcionario o si se encuentra en paro. Durante estos años hemos tramitado solicitudes de persona que actualmente tenían empresas (aunque lógicamente sin aparecer ellos como propietarios). También de personas asalariadas, y otros que se encontraban en paro.

Tampoco es ningún impedimento no tener ningún bien. A veces nuestros clientes tenían casa propia, local de negocio, apartamento en la playa, etc … (liquidado todo ello en el procedimiento), pero en otras ocasiones no tenían ni vivienda propia, ni vehículo, …. absolutamente nada.

Como se puede ver el trámite de la segunda oportunidad no pone ningún tipo de trabas para sus beneficiarios.